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Miomectomía uterina robótica

La miomectomía uterina robótica es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo utilizado para extirpar los miomas uterinos (leiomiomas) con ayuda de tecnología robótica. Se realiza mediante un sistema quirúrgico robótico que mejora la precisión, destreza y visualización del cirujano. La miomectomía uterina robótica es especialmente beneficiosa para las mujeres que desean preservar la fertilidad, ya que permite extirpar con precisión los miomas manteniendo la integridad estructural del útero y realizar una reparación precisa.

Indicaciones

La miomectomía robótica está indicada en pacientes con miomas uterinos sintomáticos, que pueden causar:

  • Sangrado menstrual abundante.
  • Dolor o presión pélvica.
  • Infertilidad o pérdidas gestacionales.
  • Disfunción urinaria o intestinal debida a la presión del mioma.

Pasos del procedimiento

  1. Preparación:

    • El paciente se somete a anestesia general.
    • El abdomen se insufla con dióxido de carbono (CO2) para crear espacio para los instrumentos quirúrgicos.
    • Se practican varias incisiones pequeñas en la pared abdominal.
  2. Acoplar el robot:

    • Los brazos robóticos se acoplan a los trocares insertados a través de las incisiones.
    • En los brazos robóticos se fijan instrumentos como tijeras, pinzas y una cámara.
  3. Escisión de miomas:

    • El cirujano controla los brazos robóticos desde una consola, que proporciona una vista tridimensional de alta definición del campo quirúrgico.
    • Se identifican los miomas y se realizan incisiones en el útero para exponerlos.
    • Los miomas se extirpan preservando el tejido uterino circundante.
  4. Reparación del útero:

    • Las incisiones uterinas se suturan meticulosamente en múltiples capas para restaurar la integridad uterina y minimizar el riesgo de complicaciones futuras, como la rotura uterina durante el embarazo.
  5. Extracción de muestras:

    • Los miomas extirpados se extraen del abdomen y a menudo se utiliza una bolsa de recogida de muestras intrabdominal para evitar diseminación celular.
  6. Cierre:

    • Los brazos robóticos se desacoplan y las incisiones se cierran con suturas o pegamento quirúrgico.

Ventajas

  • Precisión: La tecnología robótica permite realizar movimientos finos y mejorar la sutura.
  • Menor pérdida de sangre: El abordaje mínimamente invasivo produce menos hemorragias en comparación con la cirugía abierta.
  • Recuperación más rápida: Los pacientes suelen permanecer menos tiempo en el hospital y se reincorporan más rápidamente a sus actividades cotidianas.
  • Resultados estéticos: Las incisiones más pequeñas dejan menos cicatrices.
  • Resultados postoperatorios: menos complicaciones postoperatorias como infecciones de la herida quirúrgica y tiempos de recuperación más cortos en comparación con la laparotomía.

Sacrocolpopexia robótica

La sacrocolpopexia robótica es una intervención quirúrgica mínimamente invasiva utilizada para corregir el prolapso de órganos pélvicos (POP), concretamente el prolapso apical (prolapso de la cúpula vaginal o del útero). La intervención consiste en fijar el ápex vaginal (o el útero, si está presente) al sacro mediante una malla, proporcionando soporte y restableciendo la anatomía normal. La asistencia robótica mejora la precisión y la visualización del cirujano, lo que la convierte en la opción preferida para las reparaciones de prolapsos complejos.

Indicaciones

La sacrocolpopexia robótica está indicada para:

  • Prolapso apical de órganos pélvicos: Prolapso de la cúpula vaginal post-histerectomía o prolapso uterino.
  • Síntomas graves de prolapso: Incluyendo presión pélvica, abultamiento vaginal, incontinencia urinaria o trastornos intestinales.
  • Deseo de una reparación duradera: Especialmente en pacientes jóvenes o activas que prefieran una solución a largo plazo.

Pasos del procedimiento

  1. Preparación:

    • Evaluación preoperatoria: Incluye pruebas de imagen (por ejemplo, ecografía pélvica, resonancia magnética) y estudios urodinámicos si hay síntomas urinarios.
    • Anestesia: La intervención se realiza bajo anestesia general.
  2. Colocación e incisión:

    • El paciente se coloca en posición de litotomía con posición Trendelenburg pronunciada.
    • Se realizan varias peueñas incisiones abdominales para insertar los trócares robóticos.
  3. Acoplar el robot:

    • El sistema robótico se acopla y los instrumentos (por ejemplo, pinzas, tijeras, agujas) se fijan a los brazos robóticos.
  4. Disección y preparación:

    • El cirujano diseca la cúpula vaginal y las paredes vaginales anterior y posterior para exponer los tejidos prolapsados.
    • Se abre el peritoneo sobre el promontorio sacro, exponiendo el ligamento longitudinal anterior del sacro.
  5. Colocación de la malla:

    • Se utiliza una malla quirúrgica en forma de Y:
      • Los brazos de la malla se suturan a las paredes vaginales anterior y posterior mediante suturas permanentes o de absorción retardada.
      • La base de la malla se ancla al promontorio sacro mediante suturas o tackers quirúrgicos.
  6. Cierre peritoneal:

    • El peritoneo sobre la malla se cierra para evitar el contacto del intestino con la malla, lo que reduce el riesgo de complicaciones como adherencias u occlusion intestinal.
  7. Finalización:

    • Los brazos robóticos se desacoplan y las pequeñas incisiones se cierran con suturas o adhesivos.

Ventajas de la sacrocolpopexia robótica

  • Visualización mejorada: La vista ampliada en 3D permite una disección y sutura precisas.
  • Mínimamente invasiva: Las incisiones más pequeñas producen menos dolor, menor pérdida de sangre y una recuperación más rápida en comparación con la cirugía abierta.
  • Resultados duraderos: Altas tasas de éxito y durabilidad a largo plazo.
  • Recuperación más rápida: Estancia hospitalaria más corta y vuelta más rápida a las actividades normales.

Resultados

La sacrocolpopexia robótica tiene altas tasas de éxito, con estudios que informan de mejoras anatómicas y sintomáticas duraderas. Es especialmente eficaz para el prolapso apical y se considera el método de referencia para el prolapso uterino o de la cúpula vaginal en candidatas adecuadas.

Cirugía robótica de la endometriosis

La cirugía de la endometriosis se realiza para diagnosticar y tratar la endometriosis, una enfermedad en la que un tejido similar al endometrio crece fuera del útero, causando dolor pélvico, infertilidad y otros síntomas . El objetivo de la cirugía es extirpar o destruir las lesiones endometriósicas, restablecer la anatomía normal y aliviar los síntomas.

La cirugía mínimamente invasiva es el estándar de tratamiento quirúrgico debido a las menores tasas de complicaciones, la menor hemorragia y la recuperación más rápida respecto la ciurgía abierta.

Los sistemas de cirugía robótica ofrecen varias ventajas:

  1. Mayor precisión

    • Mayor destreza: Los brazos robóticos imitan los movimientos naturales de las manos de un cirujano, pero con una mayor amplitud de movimiento, incluida la capacidad de realizar movimientos finos y sin temblores.
    • Microsutura: Ideal para procedimientos que requieren una sutura delicada en espacios reducidos.
  1. Visualización superior

    • Vista 3D de alta definición: Proporciona una imagen tridimensional ampliada del campo quirúrgico, mejorando la capacidad del cirujano para identificar estructuras y realizar disecciones.
    • Control estable de la cámara: El sistema robótico mantiene una vista de cámara estable, controlada directamente por el cirujano, lo que elimina la necesidad de que un asistente humano maneje la cámara.
  1. Enfoque mínimamente invasivo

    • Incisiones más pequeñas: La cirugía robótica suele utilizar incisiones pequeñas, lo que reduce el traumatismo de los tejidos circundantes.
    • Menor pérdida de sangre: la precisión y la mínima manipulación de los tejidos reducen el riesgo de hemorragia durante la intervención.
    • Menor riesgo de infecciones: Las incisiones más pequeñas reducen el riesgo de infecciones de la herida en comparación con la cirugía abierta.
  1. Ventajas ergonómicas para los cirujanos

    • Posición cómoda para operar: El cirujano opera desde una consola, lo que reduce el esfuerzo físico asociado a la cirugía tradicional.
    • Reducción de la fatiga: Los controles ergonómicos y un entorno operativo optimizado permiten a los cirujanos realizar procedimientos prolongados con mayor comodidad.
  1. Recuperación más rápida para los pacientes

    • Estancias hospitalarias más cortas: Los pacientes suelen volver a casa antes en comparación con la cirugía abierta.
    • Retorno más rápido a las actividades: Las técnicas mínimamente invasivas producen menos dolor postoperatorio y tiempos de recuperación más rápidos.
    • Reducción de las cicatrices: Las incisiones más pequeñas producen mejores resultados estéticos.
  1. Mayor acceso quirúrgico

    • Procedimientos complejos : Los sistemas robóticos permiten a los cirujanos operar en lugares anatómicamente difíciles y son especialmente útiles para pacientes obesos o para cirugías que requieran una disección y reconstrucción meticulosa.

Indicaciones quirúrgicas

La cirugía de la endometriosis está indicada para:

  • Dolor pélvico crónico: dolor intenso que no responde a los tratamientos médicos.
  • Infertilidad: Esterilidad asociada a endometriosis en la que la cirugía puede mejorar los resultados.
  • Enfermedad grave: Endometriosis infiltrante profunda (DIE) que afecta a órganos como la vejiga, el intestino o los uréteres.
  • Endometriomas: Grandes quistes ováricos causados por la endometriosis.
  • Fracaso del tratamiento médico: Síntomas persistentes a pesar de los tratamientos hormonales u otros tratamientos médicos.

Objetivos de la cirugía

  1. Diagnóstico: Confirmación de la endometriosis mediante visualización directa y biopsia histológica.
  2. Escisión o ablación: Extirpación o destrucción de lesiones endometriósicas.
  3. Adhesiolisis: Liberación de adherencias pélvicas para restaurar la movilidad de los órganos.
  4. Preservación de la fertilidad: Conservación de los órganos reproductores siempre que sea posible.
  5. Alivio de los síntomas: Reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.

Tipos de intervenciones quirúrgicas

  1. Procedimientos de diagnóstico:
    • Se utiliza para confirmar la presencia de endometriosis.
    • Se inspeccionan las lesiones y se realiza una biopsia para el diagnóstico definitivo.
  2. Procedimientos operativos:
    • Consiste en la escisión o ablación de lesiones endometriósicas.
    • Las adherencias se lisan para restablecer la anatomía pélvica normal.
    • Los endometriomas se extirpan mediante procedimientos de quistectomía.
  3. Cirugía de la endometriosis infiltrante profunda:
    • Cirugía especializada para lesiones que infiltran la vejiga, el intestino o los uréteres.
    • Puede implicar la resección segmentaria del intestino, la ureterolisis o la reconstrucción de la vejiga.
  4. Histerectomía (con o sin anexectomía):
    • Reservado para casos graves y refractarios en los que no existe deseo de preservación de la fertilidad.
    • Puede implicar la extirpación del útero (histerectomía) y los ovarios (anexectomía) para reducir la estimulación estrogénica de la enfermedad residual.

Técnicas quirúrgicas

  1. Escisión frente a ablación:
    • Escisión: Extirpación completa de las lesiones, preferible para un tratamiento exhaustivo y un análisis histopatológico.
    • Ablación: Uso de energía (por ejemplo, láser, electrocirugía) para destruir lesiones superficiales. Menos eficaz para las lesiones profundas.
  2. Adhesiolisis:
    • Consiste en cortar o extirpar tejido cicatricial para restablecer el funcionamiento normal del órgano.
  3. Tratamiento de los endometriomas:
    • Quistectomía ovárica para extirpar la pared del quiste y preservar la función ovárica (extirpación ovárica, procedimientos ablativos o técnicas combinadas).

Resultados

  • Alivio de los síntomas: La mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa del dolor y la calidad de vida.
  • Fertilidad: La cirugía puede mejorar la fertilidad, sobre todo en casos de endometriosis de leve a moderada.
  • Recurrencia: La endometriosis puede recidivar en el 20-40% de los casos, lo que enfatiza la importancia de los cuidados de seguimiento y el manejo médico por profesionales experimentados

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